Los mozos del pueblo nacidos en el año 1935 les tocó entrar en quinta en el año 1956 con lo cual a primeros de año tenían que ir a la caja de reclutamiento de Alcoy para ver en la lista del sorteo donde les había tocado ir para realizar el servicio militar ya que los números mas altos se quedaban en la península y los mas bajitos eran destinados a la África española. A veces esto era un trauma para los reacios que no querían ir a hacer las milicias, bien por miedo a lo desconocido o también por estar fuera y lejos de los suyos. Pero eso sí, el día que empezaba la semana de los quintos la vivían con intensidad aunque con mucho frío y lluvia.
Emprendían a pie viaje a Polop tapados con una manta y
sombrero o gorro calado hasta los ojos acompañados de la burrita Catalina como mascota
y recorrían todas las masías de por allí y le ponían el albardón y recogían
todo el suministro para comer ya que en cada masía les daban lo que buenamente podían
hasta algún dinerillo cosa que ellos agradecían. Para pasar las noches se enroscaban
con una manta y se acostaban en el pajar de alguna masía cercana y el miércoles
con las alforjas de la burrita bien cargadas de víveres se venían para Onil, a
seguir pidiendo por las masías y casas del pueblo, todo lo que recogían era
para pagar la casa cuartelillo donde comían y dormían en el pajar, pero la
garrafa de vino tinto y la bota que no les faltara.
En cuanto a la burrita Catalina para que no pasara frío le ponían
la manta por encima y a dormir a la cuadra, estos se empeñaron en darle un buen
trago de vino para que entrara en calor cosa que ella no quería y daba coces y
rebuznaba, pero ellos con sus risotadas se salieron con la suya.
El jueves a las 4 de la tarde los quintos se dirigieron al
grupo escolar a sacar a todos los niños de la escuela, se los llevaban con
ellos a dar una vuelta con las guitarras y pitando con las trompetas formando
una gran algarabía callejera. Los quintos a los niños les echaban al aire
puñados de caramelos y algunas perrillas de dinero para atraerlos, ellos iban detrás saltando y dándose empujones unos
a otros para ver quien recogía más chucherías.
Dos de los quintos iban disfrazados, el disfrazado de mujer
era Vicente Pardines “Gafarró” y el hombre vestido con pijama a rayas y sombrero
era Andrés Almazán “Crehueta”, pareja de gitana y ex presidiario y con sus
chirigotadas hacían reír a la gente que salía de las fábricas, los críos y
ellos mismos se lo pasaban en grande.
Vicente Pardines "Gafarró" y Andrés Almazán "Crehueta". |
El viernes día de mercado del pueblo gran día para ellos, iban por toda la plaza y a toda mujer se les acercaban diciéndoles “la voluntad pals quintos”, y no se les escapaba ni una que les diera alguna pesetilla o algo de calderilla. Después se iban al cruce que hay entre Onil y Castalla y a todos los coches que pasaban por la carretera les hacían parar para sacarles algún dinerillo y siempre con la consabida “la voluntad pals quintos”.
Llegado el sábado, los quintos con su carro iban por las alfarerías a pedir leña para hacer por la noche una hoguera y quemarla en medio de la plaza, y así despedirse de la semana de quintos y al mismo tiempo darles la bienvenida a los quintos entrantes. La plaza se llenaba de un gentío impresionante y era bonito ver que la gente se volcaba queriendo dar la despedida a los quintos y desearles suerte.
El domingo era el día de descanso y toda la quinta iba a la
ermita de la Virgen a oír misa con sus familiares y novias y pedirles a
Quería darle las gracias a Antonia Vicent por su colaboración en el blog de "Onil en mi memoria".
De pie (de izq a dcha): Ramón Berenguer "Moshu"-Paco Rico "tomata"- Jesús Rodríguez Fuentes- - - - -Andrés Silvestre "pocasangre"- Vicente Camarasa.
Segunda fila: Javier Sempere- Camilo Colomer Sanchis- Francisco Parra- Eduardo Blanes "Maniuel"- José Reig "Rollo"- Camilo Bernabeu "Fatxos"- Andrés Almazán "Crehueta".
Fila de abajo: Vicente Pardines "Gafarró"- Miguel Payá "Pitxec"- Vicente Galvañ "Roig del motor"- Pedro Silvestre "Fullosa"- -.